Este libro está hecho para no ser leído. No es, ni mucho menos, un manual de autoayuda de mierda. No busques en él una respuesta a tu llamada de SOS. Si te crees tan especial como para comprarlo y comenzar a leerlo, o eres lo suficientemente tont@, o te sobra el tiempo y no sabes qué hacer con él sin llegar a borrarte a ti mism@ de este mundo, al menos, emplea sus hojas para eliminar los restos de tus diez segundos de gloria autoinfligida.

Hasta aquí te ofrezco la oportunidad de repensar tus intenciones, ya que en esta sociedad tecnificada y globalizada podrás encontrar un rincón donde proseguir con tu hipócrita existencia sin necesidad de pasar por esta traumática experiencia. No creo que seas capaz de encontrar argumentos sólidos para defender de modo coherentes entre tus círculos cercanos -engullidos por la vorágine de basura informativa, educativa y estructural que los componen- la necesidad de llevar a cabo este ejercicio de sadomasoquismo intelectual.

Desgarrar los órganos
que forman toda la ciudad.
Viento que rebana como cuchillas de afeitar.
Agua adentro arrastando tu poca dignidad.
Fuego que pone el chato de vino,
hierve esperando el bosque a quemar.
Dinero gangrenado,
brillantez y creatividad.
Odiar como mecenas el regalo de sus pies al bailar.
Apéndice del marsupio
donde los humanos no quieren salir.
Miedo a la desprotección frente la vida a vivir.